Tiempos difíciles, aguas desconocidas y un poco de temor

¿Sabes cómo se prueba el verdadero coraje y valentía? En las situaciones donde solo queda aferrarse a la certeza de que Dios tiene el control de todo, aún cuando el escenario aparente lo contrario. La vida no es un camino recto; está compuesta de curvas y montañas capaces de exigir un esfuerzo mayor que el habitual. Estas verdades nunca han sido un misterio para la humanidad. Aun así, son pocos los que saben vivirla con un espíritu de humildad, gozo y seguridad.

La razón es porque es mucho más fácil tener una información que ser testigo de ella. Es más cómodo navegar por las aguas conocidas, aún cuando signifique un estancamiento en las diferentes áreas de la vida. Ese mal hábito ha sabido arropar a soñadores, inventores, escritores... haciéndoles entender que dentro de su zona de confort está todo lo que necesitan. Lo que no saben es que están cayendo en el peor de los males: la ignorancia.

No debemos vivir únicamente sobre lo necesario. De vez en cuando se necesitan esos momentos de riesgos, en donde todo un futuro dependa de una simple decisión del presente. Es cierto que es mucho más fácil confiar en lo que se conoce pero, ¿dónde queda la diversión, curiosidad y el descubrimiento? Termino esta reflexión con las mismas palabras que le dijo el apóstol Pablo a la iglesia de los Filipenses: “Todo lo podemos en Cristo que nos fortalece”. No te limites ni permitas que el temor, la costumbre y los hábitos te distancien de una vida llena de aventuras... Esa escrita por Dios.